4 de Enero de 2012
La víctima desmintió la versión de la Unidad Departamental
Otra grave denuncia contra varios policías por violencia
Gabriela Gatica denunció en la Justicia y ante EL DIARIO que cinco uniformados entraron ilegalmente a su casa, la golpearon, la esposaron y la arrastraron de los cabellos. Todo ello por una discusión con su ex concubino. Estuvo detenida seis horas
Una mujer de 38 años denunció haber sido víctima del violento accionar de un grupo de policías y desmintió categóricamente la versión oficial de los hechos, difundida por la Unidad Departamental, según la cual dos uniformados habían sido agredidos por ella y su ex pareja.
Gabriela Karina Gatica radicó ayer a la mañana la denuncia en la Fiscalía de Feria de los Tribunales villamarienses y por la tarde concurrió a EL DIARIO para hacer públicos los sucesos ocurridos a primera hora de la mañana del lunes en su domicilio de barrio Lamadrid.
La denunciante, hija y hermana de efectivos de la Policía Bonaerense, negó en forma terminante que ella y su ex concubino, Sandro Massaro (42), hubiesen agredido a los funcionarios ya que ambos fueron reducidos y esposados por la espalda.
s Disputa familiar
El incidente se registró a las 6.45 de la mañana cuando Massaro concurrió a la vivienda de Pasaje Hernández 1648, esquina Colabianchi, a llevar la hija menor de la pareja, de 3 años y medio, y a buscar sus pertenencias.
De acuerdo al relato de la propia mujer, como ambos se hallaban en pleno proceso de separación y habían tenido una disputa verbal en forma telefónica, el hombre decidió solicitar la presencia policial para poder retirar sus objetos personales.
Así fue que llegó al domicilio en su automóvil Ford Ka, junto a la niña, acompañado por cinco uniformados que se trasladaron en dos móviles del Comando de Acción Preventiva (CAP).
Gatica indicó que cuando tocaron el timbre, ella estaba por entrar a la ducha, por lo que se encontraba descalza y desnuda, y para atender se colocó un vestido tipo solera. Tras abrir la puerta, le recriminó la tardanza en llevar a la niña (el padre había quedado en llevársela el domingo, tras la celebración de Año Nuevo) y arrojó al porche de la vivienda un par de bolsos con pertenencias de Massaro.
“Yo empecé a sacarle los bolsos”, relató la mujer, y añadió que su ex pareja le dijo: “Me llevo mis cosas y te doy la nena”, tras lo cual entró en busca de una moto Honda Wave de su propiedad. “Fue allí cuando mi hijo de 16 años tomó a la nena y la llevó para adentro”, agregó Gatica, quien precisó que también es madre de una chica de 20, ambos jóvenes producto de una relación anterior.
La mujer continuó relatando que “cuando (Massaro) estaba adentro, me empujó, discutimos y forcejeamos y fue entonces que los policías entraron ilegalmente a mi casa. Me tomaron violentamente de los brazos y me tiraron al piso, donde me esposaron por la espalda. Para eso ingresaron hasta casi la mitad del living y jamás mostraron orden de allanamiento”.
Gatica añadió que, ya en el suelo, uno de los uniformados la tomó de los cabellos y la arrastró “unos siete u ocho metros” hasta introducirla en uno de los patrulleros: “Me agarró del rodete y me arrastró (esposada) por el suelo; así me llevaron por el porche de la casa y cruzaron la calle (el pasaje Hernández) hasta el móvil que estaba sobre la vereda del frente”.
s Quedó desnuda
Entre sollozos, la mujer indicó que cuando la arrastraban por la calle, “la ropa se me subió hasta la cintura y quedé totalmente desnuda en el medio de la calle”.
“Cuando él (su ex concubino) vio que me estaban golpeando y arrastrando, les reclamó a los policías ‘dejenlá, dejenlá, yo no los llamé para eso’, e intentó ir hacia donde estaba yo, tirada en el piso”, añadió Gatica.
Sin embargo, contó que los uniformados “no lo dejaron ni cruzar la calle y lo esposaron por la espalda, para luego meterlo adentro del otro móvil”. Sobre el particular, refirió que a Massaro “también lo golpearon” y que producto de la agresión policial, le aparecieron numerosos moretones en ambas piernas.
La denunciante agregó que “en ese momento apareció un tercer patrullero del CAP, en el que iba una mujer policía, que se bajó de ese coche y subió al que estaba yo”.
Gatica continuó señalando que los llevaron hasta la Comisaría de Distrito y que les secuestraron el auto y la moto. “Pero lo peor fue que en la casa quedaron solos mis hijos, con el agravante de que la nena sufre de epilepsia”, añadió.
De acuerdo al relato de la mujer, en la sede policial de calle General Paz “nos entraron por la Guardia; a mí me pusieron en un primer calabozo y a él en otro más atrás. Dicho sea de paso, son espantosos y tienen un olor horrible. Hay un calabozo que es una escalera cerrada que tiene rejas, de modo que los presos están sentados en los escalones”.
“Yo estaba sola -agregó- y ese calabozo tiene luz porque está frente a la Guardia; los otros están a oscuras. Me negaron ir al baño durante toda la mañana hasta que vino un comisario y me dejaron ir, a eso del mediodía”.
Gatica indicó que estuvo detenida hasta las 13. “En cambio mi ex pareja salió recién hoy (martes) a eso de las tres de la tarde”, explicó.
s Insulto policial
Estando detenida, la mujer escuchó que había llegado su hermana y desde el calabozo le gritó “¡Candela, me golpearon!”. Fue entonces cuando “una mujer policía, de unos 22 ó 23 años, cabello negro y petisita, me dijo a viva voz ‘callate la boca’, a lo que yo le respondí que no me gritara. Ahí, ella me insultó, diciéndome ‘chupame la c…’ y se fue riéndose”.
Añadió que la citada policía y un cabo primero llamado Félix “estuvieron toda la mañana riéndose y burlándose de mí”. Gatica pudo enterarse que la mujer era principal y se enteró del nombre de pila del cabo “porque hablaban entre ellos”.
Apesadumbrada por lo vivido, Gatica dijo también que “todo lo que sucedió en la Comisaría lo quise declarar en la Justicia, pero el asistente del secretario no incluyó eso en la denuncia, por que dice que a ellos no les corresponde y que tengo que denunciarlo en la Comisaría”.
Cabe señalar que, acompañada por su hermana y una integrante de la comisión VACAP (Vecinos Autoconvocados Contra los Abusos Policiales), Gabriela concurrió ayer a Tribunales para radicar la correspondiente denuncia. Así, se hizo presente en la Fiscalía de Feria, que durante enero está a cargo del fiscal Daniel Del Vö, Secretaría de Walter Gesino.
“Eso es falso”
“Desmiento totalmente que hubiésemos agredido a dos policías. Eso es falso, ya que nos esposaron y no pudimos ni siquiera movernos”, enfatizó Gatica con lágrimas en los ojos al leer la nota publicada por este matutino en su edición de la víspera, en base a un comunicado de prensa oficial de la Departamental.
“Además -dijo indignada-, no entiendo cómo la Policía, que concurre para constatar la entrega de pertenencias, termine golpeándonos, esposándonos y metiéndonos presos”.
Por último, la atribulada mujer dijo estar “muy agradecida por el acompañamiento” que le brindó la VACAP, refirió que va a contratar un abogado y aseguró que puede “identificar perfectamente” a los policías que la agredieron como así también su hijo, “porque estuvo más en contacto con ellos”.
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